San Miguel
- Pintura mural del Bautismo de Jesús
- La Encarnación
- Custodia procesional del Corpus Christi
- Retablo de Ieshu Verde y San Nicolás de Bari
- Portapaces del marqués de Comares
- La Santa Cena
- Retablo Mayor
- San Eulogio
- Retablo de Nuestra Señora del Rosario
- San Sebastián
- San Miguel
- Sillería de coro
- San Rafael
San Miguel
de Juan Pompeyo
Tradicionalmente, esta pintura de San Miguel ha sido atribuida al maestro Juan Pompeyo. Esta consideración parte de la valoración de algunos de los rasgos que caracterizan el estilo del autor, como es el caso del esquema compositivo, el prototipo al que responde la figura o su tratamiento cromático de influencia veneciana.
San Miguel responde a la habitual iconografía que lo representa como guerrero que vence al pecado, personificado a través de las figuras demoniacas sobre las que se erige. Así, la imagen del arcángel triunfante, recortada sobre un fondo de nubes, se presenta en un elegante "contraposto". Aparece provisto de un escudo y de un casco, siendo sostenido este último atributo por un pequeño ángel que permanece suspendido en el cielo.
Atribuido a Juan Pompeyo
Pintor de origen italiano del que se tiene muy poca información. Al parecer, permanece en Córdoba durante los primeros años del siglo XVIII, ocupando un puesto de violinista en la Catedral. A su faceta como músico hay que sumar su labor como pintor. Se le atribuyen otras obras como los lienzos del retablo de la capilla de San Acacio
- Título: San Miguel
- Autor: Atribuido a Juan Pompeyo
- Fecha: Primer tercio del siglo XVIII
- Material y técnica: Óleo sobre lienzo
- Dimensiones: 250 x 170 cm
- Ubicación: Próximo a la puerta de San Miguel (muro occidental)
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Durante la Edad Media, San Miguel es considerado como “princeps militiae angelorum", es decir, como jefe de la milicia celeste. Con el arte de la Contrarreforma se establece su vinculación simbólica respecto al triunfo de la Iglesia Católica sobre la herejía protestante